CAUSAS Y PREVENCIONES ANTE EL ACOSO VIRTUAL EN JÓVENES

El acoso virtual o cibernético consiste en utilizar la tecnología para amenazar, avergonzar, intimidar o criticar a otra persona. La modalidad es otorgar amenazas en línea, textos groseros, agresivos o despectivos enviados por alguna red social, comentarios publicados en Internet, especialmente en redes sociales, como Facebook, Instagram o Pinterest. Y también cuenta el hecho de colgar en Internet información, fotografías o vídeos de carácter personal para herir o avergonzar a otra persona.

La intimidación o los comentarios despectivos, en la mayoría, en aspectos como el género, la religión, la orientación sexual, la raza o las diferencias físicas de las personas se consideran formas de discriminación. 

El acoso en línea puede ser especialmente doloroso y muy ofensivo porque suele ser de carácter anónimo, o en otros casos como tus compañeros de clase, bachillerato, etc. y es muy difícil identificar al acosador. 

También es bastante difícil de controlar, y la persona que lo recibe no tiene ni idea de cuántas personas han visto los mensajes o las publicaciones.

¿Por qué lo hacen?

De todos modos, la mayoría de la gente sabe cuándo la están acosando, porque el acoso implica el uso de amenazas y/o insultos repetidos. La gente que acosa en línea también sabe que se ha pasado de la raya. No se trata de una broma o de un insulto de carácter aislado, sino de insultos y/o de amenazas constantes que van más allá del típico pique o comentario desagradable fruto un enfado puntual.

¿Qué puedo hacer si recibo acoso virtual?

1. Contárselo a un adulto de confianza. Es algo que suele resultar más fácil de decir que de hacer. La gente acosada es posible que se sienta avergonzada o que tenga reticencias a informar sobre el acosador.
2. Ignorar al acosador es la mejor forma de extraerle su poder, aunque no siempre sea fácil hacerlo, si alguien te está molestando, prueba a no conectarte a la computadora o a apagar el teléfono durante un rato.
3. La mayoría de los dispositivos electrónicos e informáticos disponen de funciones que permiten bloquear electrónicamente al acosador o a los acosadores.
4. Protege mediante contraseña tu teléfono inteligente y tus cuentas de Internet, y cambia a menudo las contraseñas. Asegúrate de no compartir tus contraseñas con nadie más que tus padres o tutores.
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Cambia tus nombres de usuario o direcciones de correo electrónico para que sea más difícil contactarte. Imprime cualquier correo electrónico, mensaje instantáneo o páginas web que contengan material intimidante.

CASOS ESPECIALES

Si el acosador es amigo tuyo, reúnete con él a solas para hablar. Sin hacerle de menos, defiende tus propios principios: hazle saber que lo que está haciendo no es correcto y explícale que el acoso puede tener graves consecuencias: para el acosador, la víctima del acoso e, incluso, para los testigos, entre quienes te incluyes tú y tus amigos.